miércoles, 10 de noviembre de 2010

Artículo 75, Inciso 17 de la Constitución Nacional.


"Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible, ni susceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afectan. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones.”

Los Orígenes

Las primeras tribus de cazadores de origen asiático llegaron a América a través del Estrecho de Bering hace unos 30.000 años aproximadamente, en tanto que su arribo al actual territorio argentino se considera producto de migraciones internas ocurridas hace 18.000 años.

Estos pueblos se asentaron básicamente en dos regiones: la montaña y la llanura. Con respecto al primer hábitat, los testimonios más antiguos con que se cuenta son los rastros de núcleos poblacionales que datan de hace 8.000 años en Ayamapatín (Provincia de Córdoba) e Inti Huasi (Provincia de San Luis). Vestigios hay también de otra cultura antigua en Tafí (Provincia de Tucumán), de pueblos que trabajaban la piedra y la cerámica. Más reciente resulta la civilización de La Aguada (territorio comprendido por las provincias de San Juan, La Rioja y Catamarca), cuyos pobladores se dedicaban al cultivo del maíz y al trabajo en bronce y cuyo desarrollo se ubica entre los años 800 a 650.

En cuanto a los asentamientos de llanura, se registra la presencia de un núcleo poblacional en Tandil (Provincia de Buenos Aires), de aproximadamente 6.000 años de antigüedad, cuyos habitantes trabajaban la piedra y la cerámica. En el Litoral, iguales vestigios dan cuenta de la llamada Cultura del Alto Paraná, de la misma data.
En el extremo sur y los canales fueguinos se considera la llegada de los primeros hombres hace 6.000 años, los que habitaban en viviendas circulares semienterradas, vivían de la caza y la pesca, empleaban botes y arpones para la caza de mamíferos marinos y recolectaban moluscos.

Con la llegada de los conquistadores españoles los pueblos indígenas vieron truncadas sus posibilidades de desarrollo cultural.

Dónde Vivían

En el Noroeste
La cultura diaguita fue la más compleja y numerosa de las poblaciones indígenas. Aproximadamente unos 200.000 habitantes conformaban su población a la llegada de los conquistadores. Eran expertos agricultores que habían desarrollado canales de riego para sus plantaciones de maíz, zapallo y porotos. Adoraban al sol, el trueno y el relámpago. Tenían jefaturas similares a los cacicazgos y sus familias eran monogámicas.
En las sierras
En la zona de las sierras centrales estaban asentados los comechingones y los sanavirones. Vivían de la caza, la recolección y la pesca; cosechaban maíz, porotos y zapallos. Practicaban el culto al sol y a la luna.
En Cuyo y Neuquén
La cultura de los huarpes ocupó las actuales provincias de San Juan, San Luis y Mendoza. Eran agricultores, cosechaban maíz y cazaban guanacos y ñandúes. Trabajaban la cerámica y creían en la existencia de un ser supremo.
La cultura pehuenche caracterizó a la zona de Neuquén. Sus habitantes vivían de la caza y de la recolección, se agrupaban en clanes familiares y creían en un ser supremo que moraba más allá del mar.

En la Pampa y la Patagonia
Fue habitada por los querandíes y los araucanos provenientes del Chile actual. Los tehuelches y los onas ocupaban el sur, en tanto que en la zona central se hallaban asentados los pampas. Todos estos pueblos tenían características comunes: vivían de la caza de liebres, zorros, ñandúes y de la pesca. Tenían asimismo un grado importante de organización social que les permitía convivir agrupados, bajo el liderazgo de un cacique.
En el Gran Chaco
Antes de la llegada de la conquista española, esta región era habitada por tobas, mocovíes y abipones. Eran básicamente cazadores y recolectores. Estaban integrados en un sistema social de clanes, liderados por un cacique. La estructura social era de carácter monogámico pero a los jefes les estaba permitida la poligamia.
En el Litoral
En esta zona predominó la cultura guaraní, fruto de un pueblo de mansos agricultores que muy pronto se sometieron al dominio español. Vivían en grandes casas donde se alojaban varias familias. Creían en la tierra sin mal, una suerte de paraíso perdido, al que regresarían algún día.

“Con el censo dejaremos de ser los invisibles de siempre”


Afroargentinos, aborígenes y personas con discapacidad estuvieron en Jujuy. “Contestar será una reivindicación”, coincidieron.
 
Hace no más de 100 años, la Argentina se propuso avanzar negando algunas culturas que forman parte de su historia. Ahora estoy conmovido y convencido de que el país está reconociendo su raíces”. Lo dijo Federico Pita, representante de Diáspora Africana en la Argentina, quien habló en la ciudad jujeña de Humahuaca, durante el lanzamiento oficial del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, a concretarse el miércoles 27 de este mes. La frase de Pita se repitió con distintas palabras en la voz de cada uno de los oradores del acto, con la intención de subrayar que el Censo 2010 incluirá preguntas acerca de los habitantes afrodescendientes, los pueblos originarios y las personas con discapacidades.
“Es una reivindicación de estas poblaciones a nivel mundial”, dijo a Tiempo Argentino el secretario general de la asociación África y su Diáspora, Carlos Álvarez, mientras Balthazart Ackhast, afrodescendiente de Costa de Marfil, se sacaba fotos con algunos miembros de pueblos originarios que participaron del acto. “Es un primer paso en la ruptura de la invisibilización para aquellos que creen que los negros murieron, y que piensan que la Argentina es una nación de descendencia europea”, concluyó Álvarez.
El escenario estuvo montado de cara al sol y al Monumento de la Independencia, al pie de sus escalinatas donde, después de Pita, tomó la palabra Martín Canevaro, de la asociación 100% Diversidad y Derechos, que lucha por los derechos de la comunidad gay: “Cuando nos preguntaban con quién vivíamos, respondíamos ‘con un amigo’, porque teníamos vergüenza y nos habían inculcado eso. Quiero reivindicar al pueblo argentino porque se está abriendo paso a la igualdad. ¡Viva Jujuy! ¡Viva la Argentina! ¡Viva el censo del Bicentenario!”, exclamó, y recibió aplausos.
Mónica Bianchi es representante de la Asociación Civil para la Diversidad. Es sorda y ayer se subió al escenario jujeño, ante la presencia de casi 300 espectadores, para agradecer que el censo incluyera preguntas más específicas sobre los habitantes con discapacidades: “Nos da la oportunidad de dejar de ser los invisibles de siempre”, dijo.
Los vendedores ambulantes ofrecieron a su paso sombreros primaverales “para protegerse del sol”, y la música autóctona tuvo lugar en la plaza local. Una mesa pobló el escenario y ahí se ubicaron el vicegobernador de Jujuy, Pedro Segura López; la directora nacional del Indec, Ana María Edwin; la senadora nacional Liliana Fellner; la diputada María Eugenia Bernal; el director de Estadísticas de Jujuy, Octavio Herrera y el de Tierra del Fuego, Daniel D’Eramo, entre otros funcionarios locales.
La directora del Indec anticipó que se estima un resultado de 40,5 millones de habitantes, y afirmó: “Garantizamos que vamos a desarrollar el mejor censo de los últimos años.”
Tanto Edwin como el vicegobernador provincial coincidieron en responderle a aquellos que plantearon que dejar pasar al censista al hogar podría representar un riesgo. “Si no les abrimos nuestras puertas, el censo no tiene sentido”, advirtió Segura López, y Edwin añadió: “La estadística es para reforzar las condiciones del pueblo. No nos dejemos llevar por algunos que tienen intereses peculiares”. La inversión que se hará será de 303 millones de pesos.
La mayor atención del acto se la llevó la emoción de Rebeca Camacho, representante del pueblo guaraní en la zona, quien no dejó de flamear su bandera originaria durante todo su discurso, que empezó en guaraní y terminó en castellano, con la voz quebrada y lágrimas en los ojos. “Estamos aquí para decir que no nos han extinguido”, sostuvo. La dirigente resaltó la importancia de recuperar la lengua materna y aseguró a Tiempo: “Si no recuperas la lengua materna, te mueres.” Y entre aplausos, Camacho les recordó a los presentes por qué sus antepasados eligieron asentarse en la Argentina: “Nos dijeron que es la tierra sin mal, porque nos cobijaba a todos.”

Los pueblos originarios reclamarán por la tierra

Unas 48 comunidades organizarán un acto, junto con artistas, para acompañar el tratamiento del proyecto de reparación histórica.

Representantes de los 48 pueblos originarios que habitan la Argentina se concentrarán hoy frente al Congreso Nacional, en una convocatoria abierta a toda la comunidad, para acompañar junto con artistas y la dirigentes el tratamiento y posible media sanción del proyecto de ley de reparación histórica de los pueblos indígenas argentinos, cuando se cumplen 518 años de la llegada de Colón al continente. “Esta es una convocatoria a la sociedad, para tratar de compartir una situación que ya tiene demasiada explicación: que no es momento de festejar nada, ni tampoco de conmemorar un ‘Día de la raza’. Vamos a esperar tranquilamente a que se sesione”, explicó a Tiempo Argentino Daniel Segovia, presidente de la Unión de los Pueblos Indígenas.
La concentración comenzará a partir de las 14, en la esquina de Rivadavia y Combate de los Pozos, donde se montará un escenario y se presentarán diversas actividades culturales. Segovia adelantó que, entre otros, participarán los músicos Víctor Heredia, Patricia Sosa, Ricky Maravilla, Motta Luna, Peteco Carabajal y el actor Juan Palomino. Además se instalará una gran montaña de tierra, alrededor de la cual se realizará una ceremonia de homenaje a la Pachamama.
E
l proyecto que se tratará hoy propone una modificación en el Código Civil, que otorga la personería jurídica a los pueblos originarios argentinos y establece que “la propiedad comunitaria es el derecho real de origen constitucional en virtud del cual un territorio y todo lo anexado a él se encuentra en armonía y confluencia a la voluntad y a la acción de una comunidad indígena originaria”. Fue presentado en marzo por la diputada de FORJA, Silvia Vázquez, acompañada por dirigentes indigenistas.
“Lo que queremos es la tierra para trabajar y brindar nuestro conocimiento, nuestro arte y nuestra cultura a la sociedad, que ya los teníamos antes de que viniera el colonizador”, expresó Segovia.
El acto tendrá el apoyo de numerosas organizaciones vinculadas con la lucha territorial, que desde ayer participan de diversas actividades en otras ciudades

Descolonizar la Historia de la región, el gran desafío

Con representantes de Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y la Argentina, culminó el Encuentro de Historiadores en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini.
 
Hace más de 500 años se produjo la Conquista Española y en el mismo  momento comenzaron también las luchas de resistencia contra el invasor. Sin embargo, la  revolución continental por la independencia tuvo lugar mucho más tarde, hace 200 años, y si bien el deseo independentista se concretó en el terreno político, aún no lo ha hecho del todo en el campo de las ideas. Esta es una de las conclusiones del Encuentro de Historiadores Nuestra América Insurgente: Quinientos años de lucha emancipadora, organizado por el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini conjuntamente con el Fondo Cultural del ALBA. En la sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación, participaron como panelistas Xavier Albó (Bolivia), Sergio Guerra Vilaboy (Cuba), Jorge Núñez (Ecuador), Luis Pellicer (Venezuela), Juan Carlos Junio (Argentina) y Horacio A. López (Argentina).
Los panelistas coincidieron en que la Historia no es una disciplina del pasado, sino del presente, en la medida en que está al servicio de la comprensión del hoy. Además,  está fuertemente cruzada por lo ideológico y lo político. Aunque los países americanos se declararon independientes de Europa, a nivel histórico aún siguen pensándose a sí mismos con categorías coloniales. Una prueba de esta colonización cultural son, por ejemplo, las periodizaciones históricas que pasan por ser universales cuando, en realidad, son una construcción europea. En efecto, la organización tradicional de la Historia que comienza con la Edad Antigua, sólo es válida para los países que la establecieron, mientras que los americanos deberían formular su propia periodización, en la que estuvieran incluidos los procesos históricos de los Pueblos Originarios. Albó se refirió incluso a la propia denominación de América como una inequívoca marca colonial, lo mismo que la expresiones América Latina o Hispanoamérica, ya que ambas excluyen a los pueblos aborígenes. La denominación Amerindia, por su parte, reproduce el error geográfico de Colón.
El desafío que se les presenta hoy a los historiadores es,por lo tanto, la descolonización de la Historia.

“Los derechos lingüísticos son Derechos Humanos”

Luego de tres días de deliberaciones, el 1º Congreso Internacional sobre Lenguas y Dinámicas Identitarias en el Bicentenario declaró que “los derechos linguísticos son derechos humanos ligados a la identidad del sujeto y su comunidad”.
El documento, leído ante 600 asistentes y reconocidos intelectuales extranjeros y locales en el Instituto de Formación Docente de Resistencia, Chaco, subraya el compromiso de la provincia para garantizar los derechos linguísticos a través de “campañas comunicacionales institucionales” que favorezcan el “respeto al otro” y “contra toda forma de discriminación”. También respalda las políticas linguísticas, enmarcadas en el plurilingüismo y la interculturalidad, mediante programas en el sistema educativo formal y no formal. El manifiesto se refiere también a temas curriculares, al relevamiento de la matrícula en escuelas con población indígena, la capacitación de los auxiliares docentes aborígenes y la participación de las comunidades y sus ancianos en los consejos escolares, entre otros temas.
Elaborado por alumnos y docentes indígenas, especialistas y funcionarios chaqueños, el documento reivindica “la identidad latinoamericana, chaqueña, pluricultural y plurilingüe”. El gobernador Jorge Capitanich subrayó la identidad cultural de la provincia, “forjada por los pueblos originarios” y “las corrientes inmigratorias y comunidades criollas” y afirmó que en el Chaco “están identificadas cerca de 40 lenguas”